La EICH aguda generalmente ocurre durante los primeros tres meses después del trasplante, aunque también puede ocurrir más tarde.

Los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar EICH aguda incluyen:

• la irradiación corporal total como parte del régimen de acondicionamiento antes del trasplante
• la edad avanzada del paciente y del donante

Prevención

Para reducir el riesgo de desarrollar EICH aguda, los pacientes generalmente reciben medicamentos uno o dos días antes del trasplante, o poco después, como:

• ciclosporina
• tacrolimus
• metotrexato
• mofetilo de micofenolato
• sirolimús
• antitimocito globulina
• abatacepto

Estos medicamentos suprimen el sistema inmunitario del donante, lo que dificulta que las células del donante ataquen sus órganos y tejidos. Es posible que deba continuar tomando estos medicamentos durante varios meses después del trasplante. 

Recientemente, los médicos han descubierto que darle a los pacientes una droga de quimioterapia llamada ciclofosfamida (Cytoxan®) algunos días después del trasplante, reduce la incidencia tanto de la EICH aguda como crónica significativamente. Esta estrategia se está convirtiendo en un procedimiento estándar en la mayoría de los centros de trasplante.

En algunos centros de trasplante, las células T que causan la EICH se extraen de las células del donante antes del trasplante. Este procedimiento se llama agotamiento de células T.

Aunque el agotamiento de las células T reduce el riesgo de desarrollar EICH, puede aumentar el riesgo de recaída o infección en algunos pacientes. Los investigadores están explorando si la eliminación de un subconjunto de células T de las células del donante protegerá a los pacientes contra la EICH sin aumentar el riesgo de recaída o infección.

Las células T son un tipo de glóbulo blanco. Forman parte del sistema inmunitario y se desarrollan a partir de células madre en la médula ósea. Las células T ayudan a proteger el cuerpo de infecciones y pueden ayudar a combatir el cáncer, pero también pueden causar EICH.

Síntomas de EICH aguda

En la mayoría de los pacientes, la EICH aguda afecta primero a la piel. Puede causar un sarpullido leve y tenue en:

• espalda, hombros, orejas o cuello 
• palmas de las manos o plantas de los pies

El sarpullido puede parecerse a una quemadura de sol con descamación o ampollas, o puede sentirse como un sarpullido por calor y eventualmente puede extenderse.

La EICH aguda también puede afectar el tracto gastrointestinal causando:

• dolor abdominal
• diarrea acuosa o con sangre
• náuseas y/o vómitos persistentes
• pérdida de apetito o sensación de saciedad después de comer solo un poco

Si la GVHD aguda afecta el hígado, puede causar:

• niveles elevados de enzimas hepáticas
• ictericia (coloración amarillenta de los ojos y de la piel) 
• orina oscura

Informe a su médico de inmediato si desarrolla cualquier síntoma de EICH. Aunque estos síntomas pueden ser causados por otros problemas de salud, la detección temprana y el tratamiento de la EICH aguda son importantes para prevenir otras complicaciones graves.

Tratamiento 

Si desarrolla EICH aguda, medicamentos tales como la prednisona o la metilprednisolona pueden ayudar a controlar la enfermedad. Si su EICH no responde a estos medicamentos, su médico puede probar otros tratamientos tales como:

• ruxolitinib
• globulina antitimocítica
• sirolimús
• micofenolato de mofetilo 
• fotoféresis extracorpórea

​Su médico comenzará a reducir la dosis de los medicamentos una vez que parezca que su EICH aguda está bajo control. Sin embargo, es posible que la EICH aguda regrese o empeore durante el proceso de reducción gradual. Es posible que deba continuar con los medicamentos durante un período de tiempo más largo hasta que la enfermedad ya no esté activa.

Su médico también puede recomendarle que se inscriba en un ensayo clínico que esté probando una nueva terapia para la EICH aguda.

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(Para ver esta página en inglés haga clic aquí [1])

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Actualizado en agosto de 2023