Nutrición después de un trasplante

Es importante que el consumo calórico y nutritivo sea suficiente después de un trasplante. Aprenda a abordar posibles problemas para comer.

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Cuando vuelva a casa y comience el proceso de recuperación, es importante que consuma suficientes calorías.

Los pacientes que se están recuperando de un trasplante necesitan entre un 50 y 60 % más de calorías y el doble de proteínas en la dieta que las personas sanas de igual edad y sexo.

Este aumento del consumo de calorías y proteínas les ayudará a combatir las infecciones y a reparar los daños en los tejidos causados por el trasplante. Es posible que deba ajustarse a esta dieta durante varios meses.

Puede ser complicado incorporar suficientes calorías, proteínas y líquidos a su cuerpo, especialmente durante las primeras semanas después del trasplante. Se producen problemas como:

  • llagas en la boca;
  • náuseas y vómitos;
  • sequedad de boca;
  • diarrea;
  • cambios en el gusto;
  • estreñimiento;
  • depresión;
  • astenia.

Dichos problemas hacen que comer sea una tarea tediosa, en vez de un placer. Hay ciertos medicamentos que también pueden provocar la pérdida del apetito.

A continuación, encontrará una serie de sugerencias de abordaje de algunos de los problemas más frecuentes derivados del trasplante y que pueden dificultarle las comidas.

Llagas en la boca y la garganta

Las llagas en la boca y la garganta son habituales después de un trasplante. Estas pueden deberse a la quimioterapia, a la irradiación corporal total o a una infección. Si las llagas en la boca representan un problema para usted, pruebe con lo siguiente:

  • coma alimentos tibios o fríos, pero no calientes;
  • coma alimentos cocinados hasta que estén tiernos; con salsa para humedecerlos;
  • beba con un sorbete para evitar tocar las llagas de la boca;
  • coma alimentos con un alto contenido proteico y calórico para acelerar la curación de las llagas;
  • siga una dieta de líquidos o tome suplementos nutricionales, como los desayunos de Ensure®, Boost® o Carnation®;
  • coma alimentos blandos, como sopas, quesos pasteurizados, purés de patatas, huevos cocidos, natillas, flanes, gelatinas, frutas blandas, cereales cocidos o ponche de huevo pasteurizado;
  • tome alimentos blandos y fríos, como batidos de leche, helados, quesos frescos, yogures, granizados o sandía;
  • beba néctar de frutas pasteurizado y bebidas con sabor a fruta en vez de zumos ácidos.

Alimentos que debe evitar:

  • alimentos agrios o ácidos, como frutas o zumos cítricos, zumo de piña o ciertos productos derivados del tomate;
  • alimentos salados, incluidos los caldos;
  • especias fuertes, como la pimienta, el polvo de ají, la nuez moscada o el clavo;
  • alimentos normales, como frutas y verduras crudas, tostadas secas, cereales y panes de granos o galletas crujientes;
  • bebidas alcohólicas y enjuagues bucales que contengan alcohol.

Pídale al médico medicamentos para el dolor si las molestias le impiden comer.

Mantenga un buen cuidado bucal y dental. Enjuáguese a menudo con 1 vaso de agua con 1/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio y 1/8 de cucharadita de sal.

Sequedad de boca

La sequedad de boca es un efecto secundario habitual de la irradiación corporal total, de los antieméticos y de los antihistamínicos. Si tiene dificultades para comer por la sequedad de boca, pruebe con lo siguiente:

  • añada salsas, jugos de carne, caldos y aliños a la comida;
  • chupe trozos de hielo, helados en palito, chicles sin azúcar o caramelos duros para mantener la boca húmeda;
  • añada ácido cítrico a su dieta para estimular la saliva, a menos que también tenga llagas en la boca. El ácido cítrico se encuentra en las naranjas, los limones y las pastillas de limón sin azúcar;
  • beba líquidos transparentes con las comidas y entre ellas;
  • mantenga un buen cuidado bucal y dental para disminuir el riesgo de infección;
  • pregúntele al dietista o al médico por sustitutos de la saliva del tipo Salivart®, ®Mouth-Kote o Biotene®.

Evite comer:

  • carnes sin salsas;
  • productos de panadería, galletas y pasteles secos;
  • comidas y bebidas muy calientes;
  • bebidas alcohólicas y enjuagues bucales que contengan alcohol.

Cambios en el sabor de la comida

La irradiación corporal total, la quimioterapia, los analgésicos y los antibióticos pueden hacer que los alimentos que normalmente disfruta tengan un sabor desagradable. Para solventar este problema, intente lo siguiente:

  • tome comidas y bebidas frías;
  • coma alimentos con mucho sabor, como el chocolate, la lasaña, los espaguetis o las comidas a la parrilla, a menos que también tenga llagas en la boca;
  • coma alimentos agrios o picantes, a menos que también tenga llagas en la boca;
  • beba líquidos con la comida para enjuagarse y eliminar el mal gusto;
  • coma alimentos proteicos y sin olores fuertes, como el pollo y los productos lácteos, en lugar de aquellos que presentan olores fuertes, como la ternera o el pescado;
  • añada salsas a las comidas;
  • mezcle las carnes con algo dulce, como salsa de arándanos, jalea o jugo de manzana;
  • pruebe nuevas combinaciones o añada sal o azúcar para fomentar el sabor.

Si los alimentos tienen un sabor metálico, intente usar cubiertos de plástico.

Saliva espesa

La irradiación corporal total y la deshidratación pueden provocar el espesor de la saliva. Si tiene dificultades para comer por el espesor de la saliva, pruebe con lo siguiente:

  • beba agua con gas o té caliente con limón;
  • chupe pastillas de limón sin azúcar;
  • desayune de forma liviana si se le acumula la mucosidad por la mañana y coma comidas más abundantes por la tarde y la noche;
  • enjuáguese frecuentemente la boca con una solución salina que contenga un vaso de agua, media cucharadita de sal y una o dos cucharaditas de bicarbonato de sodio;
  • beba mucho líquido;
  • coma alimentos tiernos, como pescado o pollo cocidos, huevos, fideos, cereales o frutas y verduras licuadas hasta que tengan poca consistencia;
  • coma con frecuencia comidas pequeñas;
  • beba zumos diluidos, sopas a base de caldo y bebidas con sabor a frutas;
  • coma frutas húmedas, como el melón;
  • pruebe con una dieta líquida si el problema es grave.

Evite comer:

  • comidas para las que tenga que masticar;
  • productos de panadería;
  • comidas aceitosas;
  • sopas espesas;
  • cereales calientes;
  • néctares.

Náuseas y vómitos

La quimioterapia en alta dosis, la irradiación corporal total, las infecciones y los fármacos que se usan para controlarlas, los opiáceos, el interferón y el drenaje de la mucosidad de la boca y los senos pueden desencadenar náuseas y vómitos.

Si las náuseas le impiden comer, intente tomar lo siguiente:

  • comidas pequeñas con frecuencia;
  • galletas secas o tostadas, especialmente antes de hacer movimientos como levantarse de la cama, a menos que también tenga llagas en la boca;
  • pretzels, barquillos de vainilla y pastel de ángel;
  • comidas frías en vez de comidas tibias, ya que suelen tener menos olor;
  • alimentos con bajo contenido en grasa, como las verduras cocidas, las frutas en lata, el pollo sin piel al horno, los sorbetes, la fruta congelada, los helados en palito, la gelatina, los pretzels, los barquillos de vainilla o el pastel de ángel;
  • bebidas frías y transparentes (bébalas poco a poco con un sorbete y varias veces durante el día);
  • gelatina, helados en palito y cubitos de hielo hechos con una de sus bebidas favoritas.

Si está hospitalizado puede:

  • solicitar medicamentos para las náuseas 30 minutos antes de la comida;
  • pedir que le traigan las bandejas de comida sin tapa para evitar que el olor le abrume cuando retire la tapa.

Evite comer:

  • alimentos picantes;
  • alimentos que sean excesivamente dulces;
  • alimentos con olores fuertes;
  • alimentos con un alto contenido de grasa;
  • líquidos calientes con las comidas.
  • Evite beber líquidos con el estómago vacío.
  • Evite oler perfumes y otros aromas fuertes.

Conserve los alimentos en la cocina y salga de la cocina si tiene náuseas. Evite recostarse bocarriba después de comer, ya que esto puede empeorar las náuseas.

Si tiene náuseas, no se recueste bocarriba después de comer. Esto puede empeorar el problema. Si necesita descansar, siéntese o reclínese con la cabeza elevada.

El médico también puede recetarle un medicamento para ayudarle a controlar las náuseas.

Falta de apetito/pérdida de peso

Muchas personas presentan falta de apetito y pérdida de peso después de un trasplante. Si tiene poco apetito, intente comer lo siguiente:

  • comidas pequeñas y con un gran contenido calórico de manera frecuente;
  • líquidos con un gran contenido calórico, como zumo o leche, en lugar de bebidas hipocalóricas, como el café, el té o los refrescos dietéticos;
  • alimentos ricos en nutrientes y con un gran contenido calórico como:
    • queso pasteurizado, leche entera y helado;
    • huevos;
    • aguacate;
    • aceitunas;
    • yogur griego;
    • hummus;
    • mezcla de frutos secos;
    • zumos de frutas;
    • polvos proteicos;
    • frutos secos;
    • mantequilla de cacahuete;
    • germen de trigo;
    • nueces;
    • frutas;
  • suplementos proteicos, como Promod® o Unjury®;
  • suplementos nutricionales completos, como Ensure®, Boost®, Carnation Instant Breakfast® o Enu®, siempre y cuando se los recomiende el dietista;
  • añada leche en polvo a los guisos y cereales cocidos.

También puede intentar:

  • hacer ejercicio liviano antes de las comidas para aumentar el apetito;
  • crear un ambiente placentero para comer, por ejemplo, ambientes coloridos, variedad de colores y texturas en las comidas, música suave, etc.;
  • hablar con un profesional sanitario para tratar la angustia que siente y que le puede estar afectando al apetito;
  • solicitar al médico medicamentos orales que puedan mejorarle el apetito.

Diarrea

La irradiación corporal total, las infecciones, la intolerancia a la lactosa y algunos medicamentos como los antibióticos pueden causar diarrea. Intente lo siguiente:

  • comer menos cantidad de alimentos en cada comida;
  • beber más líquidos para evitar deshidratarse;
  • beber líquidos entre comidas y no con las comidas;
  • consumir alimentos y bebidas que tengan un gran contenido de potasio, como:
    • bananas maduras;
    • patatas sin piel;
    • zumo de tomate, zumo de naranja Gatorade®, Pedialyte®, Powerade® y néctar de melocotón y pera pasteurizado;
    • pescado, pollo y carne picada al horno;
    • huevos bien cocidos;
    • verduras bien cocidas (no judías, brócoli, coliflor ni repollo);
    • fruta en lata;
    • arroz blanco;
    • pan blanco.

Evite comer:

  • cereales y panes integrales;
  • verduras crudas;
  • frutas con piel y pepitas;
  • palomitas de maíz, semillas y nueces;
  • bebidas carbonatadas;
  • judías, brócoli, coliflor o repollo;
  • chicle;
  • alimentos picantes;
  • comidas con abundante jugo de carne o salsa;
  • alimentos y bebidas con cafeína, como café, té, chocolate, bebidas de cola y otros refrescos con cafeína;
  • productos lácteos, a menos que estén tratados con Lactaid®.

No tome medicamentos de venta sin receta, como Imodium®, sin consultar antes con su médico. Si tiene una infección de colon, estos fármacos a veces pueden empeorar la infección.

Estreñimiento

La quimioterapia, algunos analgésicos opiáceos y algunos antieméticos pueden provocar estreñimiento. Intente lo siguiente:

  • beber bebidas tibias;
  • comer alimentos con un gran contenido en fibras, como:
    • frutas y verduras crudas bien lavadas;
    • panes y cereales integrales;
    • frutos secos;
  • hacer ejercicio liviano;
  • beber zumo de ciruela tibio o comer ciruelas guisadas.

Es posible que el médico pueda recetarle algún medicamento si el estreñimiento persiste más de uno o dos días.

Dietas neutrocitopénicas y de seguridad alimentaria

Hasta que el sistema inmunitario funcione correctamente, es posible que el equipo médico le suministre una dieta neutrocitopénica o de seguridad alimentaria para reducir el riesgo de infección. Algunos de los alimentos que es posible que le pidan que evite son:

  • carnes crudas o poco cocidas;
  • platos que puedan contener carne poco cocida, como salchichas o guisos;
  • huevos crudos o poco cocidos o comidas que puedan contenerlos;
  • mariscos crudos o poco cocidos, como el sushi;
  • nueces crudas o sin cáscara;
  • productos como miso y tempeh;
  • zumos y productos lácteos no pasteurizados, kombucha y otras bebidas sin pasteurizar;
  • quesos con moho;
  • quesos suaves, como brie o feta;
  • quesos mexicanos, como el queso fresco o el queso blanco, que a menudo se fabrican con leche sin pasteurizar;
  • carnes y quesos embutidos;
  • pescado ahumado y sin cocinar, como nova lox;
  • mariscos encurtidos;
  • miel cruda;
  • barras y bufés de ensaladas.

Algunos centros de trasplante incluyen las frutas y verduras frescas en la lista de alimentos que se deben evitar, mientras que otros las incluyen siempre y cuando estén bien lavadas.

Hierbas, extractos naturales y suplementos

Hasta que el sistema inmunitario se haya repuesto del todo, debe evitar tomar cualquier producto hecho con hierbas o extracto natural sin la aprobación de su médico.

Algunos de estos productos pueden presentar los siguientes efectos:

  • reducir la eficacia de otros fármacos que esté tomando;
  • provocar una infección grave debido a una purificación inadecuada del producto o de los ingredientes adicionales;
  • dañar el hígado, los riñones u otros órganos;
  • empeorar los problemas gastrointestinales;
  • interferir en la coagulación de la sangre.

Algunos de los productos a base de hierbas o extracto natural que se deben evitar mientras el sistema inmunitario se está reponiendo son:

  • alfalfa;
  • borraja;
  • chaparral;
  • hierbas chinas;
  • tusilago;
  • consuelda;
  • DHEA;
  • té dietético (con sena, aloe, raíz de ruibarbo, cambronera, cáscara sagrada, aceite de ricino);
  • efedra o Ma Huang;
  • hierba cana o raíz de la vida:
  • heliotropo o valeriana;
  • kava kava;
  • laetril (albaricoques);
  • raíz de regaliz;
  • lobelia;
  • L-triptófano;
  • mate;
  • lapacho rosado;
  • poleo;
  • sasafrás;
  • hierba de San Juan;
  • yohimbe y yohimbina.

Si la cifra de plaquetas es insuficiente, debe evitar los suplementos de ajo (puede seguir cocinando con ajo común) y gingko biloba, que pueden interferir en la coagulación de la sangre.

Dietas relámpago

A diario surgen nuevas dietas que pretenden mejorar la salud, ayudándole a perder peso o estimular el sistema inmunitario. Si está contemplando la posibilidad de probar una de estas dietas mientras se repone de un trasplante, hable con su médico y dietista primero para asegurarse de que le aportarán las calorías, proteínas y nutrientes que necesita para recuperarse.

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