Cáncer Secundario después del Trasplante

El riesgo de contraer un cáncer secundario después de un trasplante de médula ósea o de células madre es de cuatro a 11 veces mayor que el de la población general. La detección permanente de cánceres secundarios es esencial.

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Los segundos cánceres primarios son cánceres que se producen varios meses o años después del trasplante. Son cánceres diferentes de aquel por el que se realizó el trasplante.

Los cánceres secundarios son cánceres que ocurren varios meses o años después del trasplante. Son cánceres diferentes a aquel por el que se realizó el trasplante.

Hay tres tipos de cánceres secundarios que pueden ocurrir después del trasplante:

  • Cánceres de la sangre relacionados con el tratamiento, como la leucemia mieloide aguda (AML) y el síndrome mielodisplásico (MDS).
  • Linfomas, principalmente trastorno linfoproliferativo postrasplante (PTLD)
  • Tumores sólidos, como cáncer de mama, colon, piel o cuello uterino.

El riesgo de desarrollar cada tipo de cáncer depende del tipo de trasplante que recibió el paciente: si fue un trasplante autólogo, utilizando las células madre sanguíneas del propio individuo, o un trasplante alogénico, utilizando las células madre sanguíneas de otra persona.

La detección de cánceres secundarios y la elección de un estilo de vida saludable pueden reducir el riesgo de desarrollar un cáncer secundario.

Leucemia y Síndrome Mielodisplásico (SMD) después del Trasplante

En ocasiones, pueden desarrollarse leucemia o el síndrome mielodisplásico (SMD) en aquellos pacientes cuyo trasplante se realizó con sus propias células madre (trasplante autólogo). El riesgo disminuye después de los cinco años.

El riesgo es mayor para los pacientes que:

  • recibieron ciertos tipos de quimioterapia antes o durante el trasplante como el etopósido;
  • se sometieron a una irradiación corporal total.

Los análisis de sangre de rutina pueden detectar la leucemia o el SMD.

Linfoma

Un linfoma llamado trastorno linfoproliferativo postrasplante (PTLD, por sus siglas en inglés) ocurre casi exclusivamente en pacientes que fueron trasplantados con células de un donante (trasplante alogénico). Si ocurre, tiende a ocurrir  poco después poco del trasplante y no más tardiamente.

Los factores de riesgo incluyen:

  • Células-T extraídas de las células del donante
  • trasplante de sangre de cordón umbilical
  • diagnóstico de enfermedad de inmunodeficiencia
  • donante no emparentado o no compatible
  • Enfermedad de injerto contra huésped

La buena noticia es que la detección y el tratamiento del PTLD han mejorado considerablemente a lo largo de los años y los médicos a menudo pueden prevenir la formación de linfomas.

Tumores sólidos después del Trasplante

Los tumores sólidos tales como el de seno, colon, piel y cervical se desarrollan en un dos a cinco por cientol de los pacientes después del trasplante. Aunque son poco frecuentes, el riesgo de desarrollar tumores sólidos aumenta con el paso del tiempo y es un poco mayor en pacientes que han tenido un trasplante en que se utilizaron células de un donante (trasplante alogénico). Otros factores de riesgo incluyen:

  • radioterapia como parte del proceso de acondicionamiento
  • enfermedad injerto contra huésped (EICH) crónica
  • infección con ciertos virus tales como el del papiloma humano (HPV)

Prevención del Cáncer después del Trasplante

Los exámenes de detección de cáncer anuales de rutina son importantes ya que los problemas detectados tempranamente suelen ser más fáciles de tratar que los que se detectan más tarde.

Las pautas de detección para los sobrevivientes de trasplantes son similares a las recomendadas para la población general. Sin embargo, las mujeres que recibieron radiación en el pecho deben realizarse una mamografía a los 25 u ocho años después del trasplante, lo que ocurra primero, y a más tardar a los 40 años.Las guías de detección para quienes se han sometido a trasplantes son similares a las que se recomiendan para la población en general. Sin embargo, las mujeres que hayan recibido radioterapia en el pecho deberían hacerse una mamografía a los 25 años u ocho años después del trasplante, lo que se produzca primero, y otra antes de los 40.

Los cambios en el estilo de vida, como llevar una dieta saludable, hacer ejercicio y no fumar, también pueden reducir el riesgo de desarrollar un segundo cáncer después del trasplante.

Mire un video acerca de los cánceres secundarios después del Trasplante de médula ósea o células madre.

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Actualizado en agosto de 2023

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